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Luang Prabang, woman del callao

Luang Prabang (Laos)

21 noviembre 2014

Una mañana movidita de reivindicación con el patrón del barco dirección a Luang Prabang, … la noche anterior un chico del hostel (laosiano) nos invitó a lao lao, ese rice alcohol whiskey que sabe a rayos. Amable … pero hay una primera barrera entre un laosiano y un western farang (que dirian los thai). Nos intentaron timar al comprar una beerlao, se pusieron bordes en un hostel por no quedarnos, etc. Pero debo decir que si accedes a su simpatía es terreno abonado.

Pero volviendo al barco, aquello era un manual de manipulación y contra manipulación al turista, en resumen nos pusieron un barco en lugar de dos y fuimos como sardinas en lata, buscando hueco en un asiento.
Pero llegamos a Luang Prabang , encontramos hostel y fuimos al night market de turno a buscar una cena merecida. A la vuelta una cervecita en un lugar fantástico con un nuevo amigo Arnau y los habituales Ivonne, Gema y Felipe.
Lo mejor, colarse detrás de la barra y pinchar la música a placer mientras Gema dibujaba a nuestro colega.

Cada persona tiene sus códigos, sólo hay que estar atento y aprender a leerlos, y esto vale al cruzar cualquier frontera; entender o intentar entender!

Saludos viajeros
P.s. banda sonora a cargo de Juan Luis Guerra

21 de noviembre 2014 – Luang Prabang, woman del callao

 

En realidad fue todo un espectáculo, y faltó nada para que nos quedáramos varados en aquel pueblecito, apenas cuatro personas lo hicieron, al final cedimos a las presiones de las circunstancias y el tiempo y entramos en aquel barco. Debieron ser dos botes, pero nos propusieron, juego local a favor, que entrabamos en uno sólo. Escenificaciones de retirar la mochila, intentar convencer al resto de viajeros, intermediación con los diferentes contraprotagonistas del chanchullo para finalmente dejar al destino nuestro trayecto. Obvio fuimos a parar al lado del motor, hasta que poco a poco moviéndonos por el barco acabamos reubicándonos hacia zonas confortables.

De haber tenido más tiempo para viajar hubiese preferido quedarme en puerto, pero allí estábamos llegando a la famosa Luang Prabang y olvidando el incidente mientras buscábamos alojamiento. Nuevos saludos, gentes nuevas y el relax de cuando ya has dejado la mochila sobre tu cama.

Comentaba en su día sobre los códigos, y es que últimamente me está convenciendo la idea que es de los aprendizajes más importantes de la vida. Manejar situaciones con personas se resume en una serie de interacciones, flechas en un papel, formas y anotaciones para llegar a un entendimiento, cuando es posible. De hecho a la noche se nos dio muy bien, tan, tan, que acabamos detrás de una barra de un local pinchando música mientras el camarero posaba para un improvisado retrato.

¡Saludos viajeros!

envi@t des del cor: Share!!!

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