¡Bienvenido a Saludos viajeros!
¡Muy buenas viajero, lector ocasional, compañero de aventuras y palabras! Espero conocerte algún día y sino mas compartir algunos momentos agradables entre estas líneas.
Si has llegado hasta aquí (pues venías de otro lugar o el «azar» felizmente te acompañó) y ahora estás leyendo con cierta curiosidad,… te podrás preguntar igual que yo: ¿Qué es Saludos viajeros? ¿En qué consiste este blog? y ¿Hacia dónde nos va a ir llevando?
Pues precisamente de «ese indefinido hacia dónde» van estas primeras líneas,… de ese impulso interno por descubrir nuevos destinos e historias… de esa sensación que a menudo nos invade:
Esa incertidumbre por lo que sucederá, ese vacío rugiente del estómago al amanecer de cada día y ese cualquier devenir posible que se deletrea en la palabra…VIAJAR.
La vida, sin más, debería ser eso en cualquier instante: «Una emoción irrefrenable hacia lo desconocido»
De este intangible instinto por partir y descubrir nace este blog. De la ganas de compartir esas experiencias y aprender a escribir relato y de hilvanar nuevos proyectos que puedan surgir. De toda esta mezcla de propósitos e inercias y de tu mirada atenta si así lo decides… va este blog. ¡Ahí vamos!
Cómo surgió la idea…
Nunca me plantee montar un blog de viajes. En la anarquía de acumular fotos y textos en diversos formatos (discos duros externos, pseudoposts en redes sociales y notas de viaje en libretas postradas en sus tres primeras páginas) andaba siempre. Todo era como una de esas cajas de fotos antiguas repleta de notas manuscritas y postales mataselladas con fechas pretéritas. – ¡Garabatos! – Garabatos varios donde no encontrar ni un orden ni un relato.
Todo esto fue así, hasta que una mochilera, viajando por el norte de Tailandia, decidió preguntarme por qué no escribía un blog. ¡Así de simple y espontáneo!
-¿Otro cajón para desordenar? ¡Sí!- pensé de entrada. Para esos entonces apenas escribía y compartía alguna foto por redes sociales, pero a mi nueva amiga le gustó y animosa me invitó a encauzarlo. Esa fue la antesala de mucho trabajo que se venía por delante.
Cuando regresé del viaje, pausé un segundo, desenredé la mochila y habité el sofá del salón en modo descanso. Mientras me acomodaba, tracé una ojeada rápida a las vísceras de las razones y a los borradores de mis anhelos literarios. – ¿Por qué no hacerlo?- .
-¡Qué pereza domesticar inconstancias!- fue la contraréplica. Pero ese desasosiego pasó y «lo del blog» rondaba por mi cabeza como una posibilidad real. Y así fue como tras reposarlo, me encontré con una semilla en el bolsillo.
Semilla en el bolsillo no brota…
Semilla en el bolsillo no brota…
Tras revolver y trastear la semilla y en aquello del moverse para llegar a algún lado, me puse a explorar. Recordé algún viejo proyecto de fotolog y un blogger de artesanías compartido; Me encomendé a San Google y puse teclas en el asunto. Me adentraba a construir desde cero un blog algo más complejo, desde mi ignoracia más certera ¿Qué cosa mala podía suceder ?
Con escasos conocimientos informáticos previos y con limitada astucia para estructurar los textos… Lo primero que hice fue fijarme en otros blogs, adivinar sus arquitecturas y formas. Visioné videotutoriales sobre wordpress, recopilé ideas en cuadernos de notas y enturbié, así, mi mente de mil ideas y estructuras… ¡Un lío grande!
Aún así aquella semilla enfrente mío no apuntaba estructuras previas, no pretendía grandes artificios y definitivamente todo estaba en darle tierra, agua y esperar ver los brotes.
Hoy una vez podada la planta, tras unas cuantas estaciones y reediciones de entradas, aún me paro a fabular sus ramificaciones. La planta a veces más aletargada a veces más verde sigue creciendo a su libre albedrío: anárquica y a su ritmo. Unas veces en papel otras entre estas líneas. Si alguna vez os adentrarais a plantar una semilla de estas: tres ingredientes me parecieron imprescindibles agua (de mares y cielos diversos), tierra (de caminos remotos a ser posible) y dejar que aire y luz obren su mágica reacción en cadena.
«Todo gran árbol en su día fué semilla»
¿Porqué Saludos viajeros?
Cuando estuve pensando el nombre del blog, me vino a la cabeza la coletilla final, la despedida de los correos electrónicos que enviaba a amigos y familiares. Estaba por Myanmar (Birmania) y tras explicar mi jornada de viaje solía apostillar con un: ¡Saludos viajeros!
Recordaba (en forma de guiño y en mi asombro de espacios y formas nuevas) una serie de mi infancia (Fragel Rock) en la que un personajillo que vivía entre grutas recibía postales diversas de su tío viajero Matt. Descubriendo ambos el extraño mundo exterior de los humanos. Eso fue mucho antes de teléfonos móviles «inteligentes» y las redes «sociales». No demoré mucho, tenía un nombre con sentido y gancho que me gustaba ¡Saludos viajeros!
Atendiendo al diccionario, desgranando los conceptos:
saludar. Del lat. salutăre. 1. tr. Dirigir a alguien, al encontrarlo o despedirse de él, palabras corteses, interesándose por su salud o deseándosela, diciendo adiós, hola, etc.
2. tr. Mostrar a alguien benevolencia o respeto mediante señales formularias.
3. tr. Enviar saludos. (…)
Cuando llego a un lugar nuevo, procuro aprender algunas palabras en idioma local, como saludar y agradecer: una terna de tres: Hola – Adiós – Gracias. Y en mi opinión imprescindible, por actitud de respeto hacia las gentes del lugar. De ahí lo de Saludos.
Decir hola y adiós, ¡Saberlo! debería ser asignatura obligatoria…
También colecciono la palabra con que se brinda; mi cuarta palabra y sin duda, una lista a poner en papel después de haberla usado.
Viajeros: Los que viajan…
Siempre me he sentido incómodo en el debate recurrente de los términos viajero y turista. Yo no soy ni viajero, ni turista, y ambas cosas a la vez.
Tal vez cuando usamos el término viajero buscamos el enfoque más romántico, aquella imagen insertada del intrépido aventurero adentrándose en la jungla y descubriendo nuevos mundos. A día de hoy, con tanta información y libros al alcance, y habiendo existido ya Livingstone, Marco Polo, Ali Bey o Nellie Bly… supongo que dará igual si se transita los mismos caminos. La cuestión esencial en mi opinión está más en como experimenta cada uno, en su propia vivencia de viaje. Nuevos enfoques al prisma para obtener miradas propias.
Pasando por alto las etiquetas (turistas vs viajeros y viceversa) y defendiendo el turisteo como una posibilidad más que recomendable, la RAE nos pone sobre la pista de forma acurada y fácil…
viajero, ra 1. adj.Que viaja. Apl. a pers., u. m. c. s.
2. m. y f.Persona que relata un viaje. (…)
¿De dónde lo del «viatge interior pel món exterior»?
Un subtítulo del nombre del blog y alguna intencionalidad en su elección: Si «Viajar es regresar» que decía G.García Márquez, sacar aprendizaje de lo vivido y viajado no deja de ser parte del mismo plato. Con ello, investigar un poco en cualquier circunstancia, tomar nota consciente, pensar e integrar lo que sucede en ruta. De ahí el porqué de «Viatge interior pel món exterior».
Deciá un chico, en una conferencia «no me imagino nada más exterior que un viaje» y no podía estar más en lo cierto. Coincidí (o me concedí) que en un viaje el trabajo de descubrirse reside más en un acto reflejo de expansión externo que en la propia introspección reflexiva. Aún así sospecho que inconscientemente los dos extremos se tocan y entrelazan.
Me pregunto si la gente experimenta cambios al mismo ritmo que deja huellas o deja huellas para dar constancia del cambio. En cualquier caso a mi, viajar «me crece» (por dentro y por fuera) y me hace más feliz .
Así pues,…
Me encantará dejar escrito, aquí en el blog, mis experiencias de viaje como un recordatorio propio, y compartir un «saludos viajeros» a quien se entretenga a leer. Aparte te invito a que me acompañes, comentes, hagas el blog un poco tuyo y envíes si te apetece tus comentarios viajeros allá por donde andes. Sin mucha más pretensión espero te sea útil o te divierta un instante, lo mínimo para que tu también envies a quien más desees tus saludos viajeros.
¡Quedan muchos saludos a enviar, muchos por recibir y otros tantos que imaginar! ¡Espero que te guste! Un abrazo grande y…
Por aquí comentan…