Huay Tung Tao Lak , Chiang Mai (Tailandia)
9 de Noviembre 2014
Un día más en Chiang Mai, y alguien decía » esta ciudad te atrapa» y «no te deja marchar» añadiría yo.
Por hache o por be, los trayectos los decide uno y una serie de coincidencias que concatenadas se transforman en una secuencia de imagenes. (Hoy os dejo cuatro)Hay quien va y quien no, quien vuelve o retrocede, quien escucha , comenta, quien ahuyenta sus malos designios, quien inspira nuevas sonrisas, quien aguarda paciente, quien almuerza tranquilo e incluso quien lo que más desea es listar y relistar a aquellos que vienen y van (y que deseo volverán)
Habría sido dificil no renegociar el precio del transporte, porque ya es una tradición familiar (entiéndase familia como mochileros varios allegados al lugar concreto). Y así a golpe de camioneta roja llegamos al lago… no pude contar muchos más occidentales que nosotros (quizas una sra más) y eso de no poder contar me gusta.
Ese lugar de fin de semana para thais (entiendase como thailandeses y también para Thais, Felipe, Jordi y Analucía) eran chiringuitos con mesas bajas sobre estoras y tejadillo de palmera numerados y agrupados por un pequeño bar;… luego, el agua era otra cosa,… el suelo lleno de limos y color y temperatura variable y dispar.Un neumático y unas cuantas risas; un intento de compra de arroz sin cocinar para secar cámara de fotos y un bocadillo de jamón serrano, si, sí, serrano (un alijo procedente de tierras vascas, muy codiciado por estos lados) y alguna que otra disertación filosofica i/o personal.
Muy divertido, reconfortante y fresco… todo rematado por una vuelta haciendo autostop con aire de triumfazo, jeje.
Saludos viajeros en neumático
P.s. tb hay quien lee y disfruta los posts, cuando me lo dicen me hacen igual, igual de feliz que cuando transcurre un dia tan «rodado» como el de hoy.
Domingueo puro y duro, porque el ritmo ese día era de ya llegaremos, desayunando acabamos de decidir el cómo y cuándo, y para entonces ya estabamos subidos a una camioneta dirección al famoso lago.
Bien famoso para los locales, tanto que no habían turistas. Allí te llevas cuatro cosas, compras en el chiringo bebida y comida y te alquilas un neumático.
El agua no está mal, dijo un microbiólogo, … bañito, charlas, ese bocata de jamón serrano y grandes recuerdos de una vuelta en el maletero de una Pick up; ibamos acompañando a una moto, poco espacio, muchas risas.
¡Día redondo!
¡Qué lindo día fue!
Quedará para el recuerdo, pero no te preocupes que tendremos más días memorables en BCN o en Munich 🙂
Besos desde Budapest,
Analucía
http://www.ViajarParaVivir.com
¡Grandes momentos pidiendo un bol de arroz sin cocer para secar una cámara de fotos, jeje!
¡A disfrutar de Budapest!
(grandes recuerdos de esa ciudad)