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Explorando el cañón del Colca

Alrededores de Arequipa (Perú)

10, 11 y 12 de noviembre 2015

Un treking por el «Cañón del Colca»

En los alrededores de Arequipa hay dos cañones importantes, pues tienen el más profundo del mundo: el “Cañón de Cotahuasi” con menos afluencia de visitantes por estar bastante alejado de la ciudad y el famoso y transitado “Cañón del Colca”, unas dos veces más profundo que el Cañón del Colorado. Sin necesidad de establecer comparaciones los 4.150 m, de profundidad dan una sensación de valle y es por eso que los guías en su explicación se detienen a comentar y debatir esta circunstancia.

10,11 y 12 de noviembre – El cañón del Colca Collage

Las excursiones al Colca se dividen en circuitos comunes que transitan aventurados por libre o con agencia en 2 noches-3 días o más apresuradamente en 1 noche-2 días.

Yo me decanté por la opción relajada, en la cual a lo sumo por caminata serian 3-4 horas. Una retahíla de pueblos aparecen en mi mente, con el desorden habitual del entramado de neuronas que la deshabitan: Chivay, Cabanaconde, Tapay, Cosñirgua, San Juan de Chuccho, Oasis de Sangalle, Termas de Calera… no puedo recordar el orden y a medida que reviso las fotos van a pareciendo flashes nuevos.

Pueblos tranquilos, habitado por gentes amables de tres etnias Kollawas, Cabanas y Ccaccatapay que se dedican básicamente a agricultura y ganadería, y más secundariamente al turismo; Por allí en un remoto recodo te puedes encontrar a una señora con ropajes coloridos típicos, una sonrisa y un balde de agua con refrescos a remojar. Todo un desahogo reponer agua, pese que imaginar las horas esperando gente pasar ya se me hace admirable la actitud de la mujer.

 

Tres hebras de una trenza.

Llegué con una minivan, tras un breve desayuno, a la Cruz del Cóndor, donde bajaron todos los ocupantes y a mí me asignaron un nuevo guía; hasta el momento estuve hablando que el guía provisional que muy atento me explico mil cosas de la zona y de otras zonas de Perú.

En un círculo de presentación rápida reconocí a Andra , Cristi y Raphael, tres chicos que conocí fugazmente en Huacachina , luego llego otro grupito con de gente donde estaba Daphne, una holandesa que me volvería a cruzar en Cuzco. ¿Será que las primeras impresiones funcionan? Pues sí, ellos fueron mis amigos por el Colca y de ellos me llevo los mejores recuerdos, paisajes y experiencia física aparte.

 

IMG_0455 bis

colca friends

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Empecé mi treking un poco asustado por las diferencias de altura, y aunque sabía que era moderado mi poco training y una leve afección cardiaca me llamaban a la prudencia, pero resultó ser un ejercicio de conocimiento de mi cuerpo. Noté cansancio al inicio, el primer día tuve que ajustar mi respiración, el requerimiento de impulso sanguíneo se tenía que adaptar a las enrocadas rampas que sobreacelearaban la máquina, pero al final del tercer día me encontraba adaptado a modular los esfuerzos y me sentí orgulloso de haber podido prestar atención a esta circunstancia. No era tan complicado el camino y aquí el guía Willinton, siempre atento a todos, tuvo una especial atención a mis sensaciones.

colca mi treking 1 colca my treking 2

 

La tercer hilo de esta trenza fueron los innumerables paisajes tras subidas y bajadas, llegar al río, pernoctar en un pueblecito de no más de 10 casas, disfrutar de la piscina enclavada en la roca en el “Oasis”, atravesar un horizonte de cactus, observar un punto intermedio del último tramo de camino al sonido de unos australianos diciendo “fucking Colca of the Hell”, nos ofrecieron la mejor galleta tuk que comí en mi vida.

colca condor

colca paisajes 1

colca paisajes 2

colca niños

 

Mis momentos del Colca:

  1. Ver sobrevolar los cóndores
  2. Pintarse de rojo con cochinilla, un insecto que vive adherido a los cactus
  3. Bañarse en una piscina en el Oasis, con agua calentada por la roca de la montaña
  4. Hacer un nuevo amigo canino “Jenga” que nos acompañó dos días
  5. Participar en el campeonato internacional de jenga degustando un “Perú libre”
  6. Encontrarse con una pareja de catalanes, que en su luna de miel estaban recorriendo los mismos tramos.
  7. Aprender como brindar en rumano: “Norok”
  8. Compartir agua y descansos con Daphne en el tramo más complicado.
  9. Hacerme una foto con una alpaca, y descubrir que se llama Mónica (como mi mejor amiga)
  10. Probar un sancayo, la fruta del cactus de la zona.

 

Y otras tantas anécdotas, recuerdos y fotos.

¡Saludos viajeros!

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